Nació en Colona (cerca de Atenas). Desde niño se vislumbró en él al hombre de condiciones excepcionales. Su padre, Sofilo, un acaudalado industrial, le dio una esmerada educación. Un reputado maestro le impartió lecciones de danza y música que el inteligente discípulo las aprovechó debidamente. A los dieciséis años de edad, dirigió la danza y el coro de los adolescentes atenienses, en homenaje al triunfo de Salamina. Leía con avidez insaciable a Homero. Frisaba en los veintiocho años cuando en un concurso de tragedias, teniendo como contrincante al sexagenario Esquilo, otro de los grandes trágicos griegos, obtuvo el codiciado premio. Su consagración unánime y definitiva la obtuvo con su tragedia Antígona. A pesar de no estar muy dotado en el arte militar, designósele estratega, puesto en el que dio pruebas inequívocas de su profundo patriotismo. La vida de Sófocles fue una cadena de triunfos. Gozó de la popularidad y admiración de sus coetáneos. La estimación que se le tuvo, fue tan grande como unánime, que llegó a la vejez sin haber tenido jamás un enemigo. A su muerte, producido en 406, se le rindieron los más grandes honores.
De las ciento veintitrés tragedias que compuso Sófocles, la posteridad conoció las siete siguientes Antígona, Ayax, Flectra, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo Rey y Edipo en Colonna.
Apreciación literaria. Sófocles continuó la obra de Esquilo, perfeccionándola. Introdujo un tercer personaje y disminuyó la importancia del coro. Su teatro -en contraposición al de Esquilo en el que prima lo desmesurado- se caracteriza por su equilibrio y armonía. Sus personajes, más humanos que fabulosos, actúan impelidos no por la ciega fatalidad, sino por una voluntad consciente. Tanto por su contenido como por su armoniosa versificación, son consideradas sus tragedias como magníficos modelos.
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