¡BIENVENIDO!

Cualquier texto escrito no es literatura; sólo lo serán aquellos que estén realizados con arte. Una obra literaria tiene un valor estético en sí misma, que hace que sea apreciable, valorable o medible en cualquier momento, pero también está sujeta a los valores estéticos de la época, del lector o del crítico que determinan lo que está escrito con arte y lo que no. El paso del tiempo es quien dirime este asunto.

Las Colecciones Pluma de Oro y Mi Libro recogen las más grandes obras literarias de todos los tiempos -nacionales y extranjeros- a través de una recopilación que abarca autores como Homero, Garcilaso de la Vega, William Shakespeare, Franz Kafka, etc. y que nos presenta lo mejor de ellos en un arte cuyas manifestaciones son las obras literarias.

¿Qué ofrecemos?

Dos grandes colecciones de títulos que están en constante incremento con reseñas de la obra y el autor al inicio de la misma (para facilidad de los estudiantes) así como preguntas sobre la comprensión de la obra, análisis crítico y creatividad.

miércoles, 1 de julio de 2009

ENRIQUE CONGRAINS MARTÍN (Perú, 1932)

Narrador nacido en Lima, perteneciente a la llamada generación del 50, que se caracterizó por el tratamiento realista de temas urbanos, especialmente en los sectores marginales de la población limeña.

La obra narrativa corta de Enrique Congrains Martín, se ha abierto lentamente paso entre los lectores, más por su persistente reconocimiento en las antologías que por las opiniones de los críticos, más bien renuentes a encontrarle méritos. El profesor Américo Mudarra ha señalado que el punto de vista de Congrains difiere el de su generación. El suyo no pertenece al de la clase media, es más bien una visión desde dentro de las clases marginales. Como escritor, Congrains es el primero que se interna en el análisis de esa marginalidad; hace evidente, como ningún otro escritor, el territorio de los barrios populares de la gran urbe que va creciendo. Sus textos evidencian el conflicto, lo sacan a luz y denuncian a una sociedad despiadada.

Con un estilo despojado y directo, cuyo lirismo surge de la observación precisa y la identificación con la vida marginal de las barriadas limeñas, reveló a los lectores una Lima poco conocida, atroz, violenta y bullente de vida. La lucha de los desplazados para sobrevivir cada día a su propia miseria es el gran tema de Congrains, como puede verse en sus libros de cuentos Lima, hora cero (1955), Kikuyo (1955) y, sobre todo, su única novela, No una, sino muchas muertes (1957), que es un desgarrador testimonio del trabajo clandestino que convierte a enfermos mentales casi en esclavos, sirvió para rodar un film llamado "Maruja en el Infierno (1983), que fue éxito en las salas cinematográficas.

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