¡BIENVENIDO!
Cualquier texto escrito no es literatura; sólo lo serán aquellos que estén realizados con arte. Una obra literaria tiene un valor estético en sí misma, que hace que sea apreciable, valorable o medible en cualquier momento, pero también está sujeta a los valores estéticos de la época, del lector o del crítico que determinan lo que está escrito con arte y lo que no. El paso del tiempo es quien dirime este asunto.
Las Colecciones Pluma de Oro y Mi Libro recogen las más grandes obras literarias de todos los tiempos -nacionales y extranjeros- a través de una recopilación que abarca autores como Homero, Garcilaso de la Vega, William Shakespeare, Franz Kafka, etc. y que nos presenta lo mejor de ellos en un arte cuyas manifestaciones son las obras literarias.
¿Qué ofrecemos?
Dos grandes colecciones de títulos que están en constante incremento con reseñas de la obra y el autor al inicio de la misma (para facilidad de los estudiantes) así como preguntas sobre la comprensión de la obra, análisis crítico y creatividad.
Político y humanista inglés. Cursó estudios jurídicos en la Universidad de Oxford, donde tuvo ocasión de trabar sincera amistad con Erasmo. Alcanzó amplio renombre cuando sólo tenía 26 años de edad, al oponerse desde su sitial del Parlamento a las pretensiones del rey Enrique VII. A la muerte de éste se convirtió en consejero de su sucesor, el famoso Enrique VIII, quien lo nombró canciller del reino al cesar en sus funciones el cardenal Wolsey. Era la primera vez que un laico llegaba a tan preeminente cargo, y el gran jurista se impuso la tarea de remediar abusos eclesiásticos y buscar solución a los graves problemas del país. Pero cuando el monarca decidió divorciarse de su esposa, Catalina de Aragón, desoyendo las indicaciones del Papa e iniciando así el cisma religioso de Inglaterra, Moro renunció al cargo. Encarcelado en la Torre de Londres y privado de todos sus bienes, persistió en su actitud de fidelidad a Roma y fue decapitado junto con el obispo Fischer. Pío XI, lo elevó a los altares en 1935. No sólo como estadista y mártir es recordado el gran canciller inglés.
A Moro se le conoce sobre todo por su libro Utopía, (palabra griega que significa «en ninguna parte») un relato satírico sobre la vida en una isla de ficción llamada así. Utopía -nos dice Moro- fue descubierta por un compañero de Américo Vespucio y se halla cerca del Nuevo Mundo. En esta isla, los intereses de los individuos se encuentran subordinados a los de la sociedad como conjunto, todos sus habitantes deben desempeñar un trabajo, se practica la enseñanza universal y la tolerancia religiosa y la tierra pertenece a todos. Estas condiciones son comparadas con las de la sociedad inglesa, con una sustancial desventaja para esta última. Utopía fue la precursora de una serie de obras similares.
La palabra utopía, introducida por Moro en el lenguaje político, ha pasado a referirse a cualquier proyecto optimista e impracticable.
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