
Perteneciente a una familia muy pobre, su formación arrancó del contacto directo con la vida, desde una infancia dura y cruel, hasta la práctica de humildes empleos desde trapero, a guarda de trenes. La pobreza, la muerte de su abuela, la imposibilidad de cumplir su deseo de ingresar en la universidad, lo sumieron en la desesperación y a los 19 años intentó suicidarse en 1887.
Recibió el aliento de Tolstoi y Chejov - a quienes él admiraba- para seguir escribiendo. En su obra reflejó tipos de baja extracción social, sin disimular la tosquedad e ignorancia del ambiente mezquino en que se desenvuelven. Trabajó asimismo en el teatro, y en 1902 estrenó Los bajos fondos, que le procuró un gran éxito. En el mundo de los oprimidos, su genio supo encontrar siempre los resortes de una humanidad jamás derrotada. La novela Fomá Gordéiev (1899) describe a la creciente clase capitalista, y el relato Tres hombres (1900) ahonda la abismática diferencia entre los ideales y la realidad. De 1906 a 1913 residió en Italia, estancia obligada por su campaña mundial en contra de la ayuda económica internacional a la Rusia zarista.
Durante su estancia de unos meses en EE.UU, en 1906, escribió La madre (1907), obra que alcanzó un éxito rotundo. Durante estos años se alejó de las teorías del bolchevismo, que antes había adoptado. En 1913 volvió a Rusia; siguieron sus discusiones con el partido comunista respecto a la función del arte, y aunque su amistad con Lenin hizo de él siempre un intocable, tuvo que abandonar de nuevo el país en 1921, por sus posiciones críticas al nuevo régimen.
En 1928 regresó a la URSS, y desde entonces colaboró en la reorganización cultural Confesiones (1907-08) y Verano son obras escritas en los años del primer exilio. Días de infancia (1913) es una de sus mejores obras, a la que siguieron las narraciones y memorias En el mundo (1916) y Mis Universidades (1923).
En las obras de Gorki, los personajes principales, descritos con realismo y simpatía, son los que conoció y trató durante su vida; vagabundos, delincuentes, revolucionarios y obreros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario