¡BIENVENIDO!

Cualquier texto escrito no es literatura; sólo lo serán aquellos que estén realizados con arte. Una obra literaria tiene un valor estético en sí misma, que hace que sea apreciable, valorable o medible en cualquier momento, pero también está sujeta a los valores estéticos de la época, del lector o del crítico que determinan lo que está escrito con arte y lo que no. El paso del tiempo es quien dirime este asunto.

Las Colecciones Pluma de Oro y Mi Libro recogen las más grandes obras literarias de todos los tiempos -nacionales y extranjeros- a través de una recopilación que abarca autores como Homero, Garcilaso de la Vega, William Shakespeare, Franz Kafka, etc. y que nos presenta lo mejor de ellos en un arte cuyas manifestaciones son las obras literarias.

¿Qué ofrecemos?

Dos grandes colecciones de títulos que están en constante incremento con reseñas de la obra y el autor al inicio de la misma (para facilidad de los estudiantes) así como preguntas sobre la comprensión de la obra, análisis crítico y creatividad.

lunes, 9 de febrero de 2009

HERMAN MELVILLE (Estados Unidos, 1819-1891)

Novelista estadounidense y una de las principales figuras de la historia de la literatura. En 1841 viajó a los Mares del Sur a bordo del ballenero Acushnet. Tras 18 meses de travesía abandonó el barco en las islas Marquesas y vivió un mes entre los caníbales. En 1843, se enroló en una fragata de la Marina estadounidense. A partir de 1844 dejó de navegar y comenzó a escribir novelas basadas en sus experiencias como marino.

Sus cinco primeras novelas alcanzaron rápidamente una gran popularidad. Typee, Omoo y Mardi están ambientadas en las islas de los Mares del Sur. Redburn está basada en su primer viaje por mar, mientras que La guerrera blanca relata sus experiencias en el ejército.

Escrita en 1851, Moby Dick su obra maestra, o la ballena blanca. Una novela intensa y épica, considerada como una de las más audaces y originales de la literatura norteamericana.

El tema central de esta novela es el conflicto entre el capitán Ahab, patrón del ballenero Pequod, y la gran ballena blanca que le arrancó las piernas al capitán a la altura de la rodilla.

Desde Nantucket, un centro de pesca de ballenas, parte un barco dirigido por el temido capitán Ahab, ávido de venganza, se lanza con toda su tripulación a una desesperada búsqueda de su enemigo. La obra sobrepasa en mucho la aventura y se convierte en una alegoría sobre el mal incomprensible representado por la ballena, un monstruo de las profundidades, que ataca y destruye lo que se pone en su camino, y también por el capitán Ahab, que representa la maldad absurda y obstinada, que sostiene una venganza personal y arrastra a la muerte inútil a muchos inocentes.

La ambigüedad con la que se juzgan el bien y el mal hace de esta novela una heredera de la Odisea de Homero e incluso de la Divina Comedia de Dante.

El éxito comercial no acompañó a sus primeros años de existencia. Melville niega el optimismo sobre el que se fundaron los Estados Unidos. Advierte de los peligros del poder sin responsabilidad, el orgullo cegador, la sustitución de los fines verdaderos por otros falsos, el sacrificio del bien colectivo en aras de la libertad abstracta del individuo, la división simplista en luchas de buenos y malos.

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