Es el primer pensador griego cuya obra se ha conservado íntegramente, y Aristóteles ha transmitido incluso fragmentos de su enseñanza oral en la Academia, al parecer discordante con sus escritos. Sus «Diálogos», donde se exponían ideas filosóficas, se discutían y se criticaban en el contexto de una conversación o un debate en el que participaban dos o más personas, suelen ser ordenados cronológicamente en tres grandes grupos. El primero, el de los diálogos socráticos, se centra en el proceso y la muerte del maestro («Apología de Sócrates y Critón») y en el método mayéutíco («Hipias menor», «Cármides», «Laques», «Lisis», «Eutifrón», «Gorgias», «Menón», «Cratilo», «Eutidemo» y «Menexeno»).
En el segundo grupo, el de los diálogos de madurez (literariamente, los más conseguidos), se trata de los grandes temas platónicos la teoría de las ideas, la inmortalidad del alma, el amor ideal, la ciudad perfecta («El banquete», «Fedón», «La república» y «Fedro»)
El tercer grupo es el de la vejez, o de los diálogos dialécticos, en los que el autor expone su cosmología («Timeo») o somete a revisión su teoría de las ideas (« Teeteto», «Parménides», «El sofista», «El político» y «Filebo») o su doctrina política («Las leyes», obra inacabada); también inacabado es el «Critias». « Trece Cartas» (alguna de dudosa autenticidad) cierran el conjunto, aportando datos de gran interés biográfico.
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