¡BIENVENIDO!

Cualquier texto escrito no es literatura; sólo lo serán aquellos que estén realizados con arte. Una obra literaria tiene un valor estético en sí misma, que hace que sea apreciable, valorable o medible en cualquier momento, pero también está sujeta a los valores estéticos de la época, del lector o del crítico que determinan lo que está escrito con arte y lo que no. El paso del tiempo es quien dirime este asunto.

Las Colecciones Pluma de Oro y Mi Libro recogen las más grandes obras literarias de todos los tiempos -nacionales y extranjeros- a través de una recopilación que abarca autores como Homero, Garcilaso de la Vega, William Shakespeare, Franz Kafka, etc. y que nos presenta lo mejor de ellos en un arte cuyas manifestaciones son las obras literarias.

¿Qué ofrecemos?

Dos grandes colecciones de títulos que están en constante incremento con reseñas de la obra y el autor al inicio de la misma (para facilidad de los estudiantes) así como preguntas sobre la comprensión de la obra, análisis crítico y creatividad.

miércoles, 11 de febrero de 2009

ANTONIO MACHADO (España, 1875-1939)

Poeta español. Nació en Sevilla. En 1883 su familia se trasladó a Madrid, y junto con su hermano Manuel, ingresó en la Institución Libre de Enseñanza, donde estudió y adquirió un profundo amor por la filosofía y un gran sentido de la rectitud moral. A comienzos de este siglo residió en París algunos años, donde trabajó como traductor en una editorial. En 1909 se casó. La muerte de su esposa, tres años después, dejó profunda y dolorosa huella en la vida espiritual de Machado. Fue catedrático de francés en varias ciudades españolas, y se doctoró en Filosofía en la Universidad de Madrid.

Desde 1925 colaboró con su hermano Manuel en las obras teatrales La Lola se va a los puertos, Don Juan de Mañara, La duquesa de Benamejí, y otras, algunas de las cuales fueron muy populares. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua. Por aquella época participó en Segovia en los cursos de una Universidad Popular que animó la vida intelectual de la ciudad.

Las obras que han colocado su nombre a la cabeza de los líricos contemporáneos de habla española son las siguientes Soledades, publicada en 1903, unos poemas de carácter modernista, en los que destaca la emoción del momento y el sentido oculto de lo que le rodea; Soledades, galerías y otros poemas, en 1907; Campos de Castilla, en 1912, supone, aparte de una indagación sobre sí mismo, una consideración poética de un paisaje castellano humanizado de "la España que bosteza" junto con la emoción del amor perdido, y constituye uno de sus libros más conocidos y populares, y Nuevas canciones en 1925 continúa la línea sentenciosa y filosófica donde cada vez destaca más la crítica social, sin que desaparezca la resonancia lírica. Bajo el título de Poesías completas fueron apareciendo desde 1917 sus poemas en sucesivas colecciones, siempre aumentadas. En prosa publicó Juan de Mairena y Abel Martín, dos personajes mezcla de filósofos, poetas y retóricos que divagan, con profundidad y conocimiento, acerca del destino de la cultura, del hombre y de la libertad.

Machado se inició en las letras acuciado por el destino de España, atraído por su realidad física e histórica y preocupado por su futuro como nación. Recogió la influencia del modernismo, que había tenido en Darío a su animador máximo, pero con inspiración personal y distinta. Como hombre fue sencillo y más bien tímido, y estas condiciones trascendieron a su poesía, donde se percibe la ausencia total de retórica. Rehuyó la exhibición ostentosa y no subrayó los hallazgos, de los que abunda su poesía y de los cuales él era absolutamente consciente. Su acento lírico estuvo dominado por una especie de pudor intelectual que dio a toda su poesía el sello inconfundible de lo auténtico y puro. Su existencia y su poesía "beben en las mismas aguas de la vida", como dijo un crítico. Él supo resolver como pocos la condición de lo temporal con lo -esencial. Sobre su doble amor al paisaje de su infancia (Andalucía) y al de su juventud y madurez (Castilla), Machado escribió versos que dejan ver claramente el predominio de estos sentimientos. Castilla fue el paisaje que él supo trasfundir en la lírica con acentos más decisivos. Antonio Machado, gran poeta, ciudadano ejemplar y hombre íntegro, supo identificar su posición de español en un momento dramático de la vida de España con sus principios filosóficos y su entraña poética. Su figura sigue dominando la lírica más austera que se escribe en idioma español.

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